sábado, 16 de febrero de 2013

Como todos sabemos, desde hace un tiempo en bachillerato estamos siendo invadidos por una moda un tanto absurda. Se trata, sin ir más lejos, de los sonidos que emiten algunos alumnos entre clase y clase.

Estos sonidos, aparentemente graciosos, parecen más bien de focas estreñidas. Uno de los posibles motivos de estos sonidos es posiblemente ver la cara con la que les mira el profesor.

Lo que trato de decir es que la imagen social (en este caso y en muchos otros) puede hacer que cambiemos nuestra forma de actuar: a algún gracioso se le ocurrió hacer la broma de emitir alguna clase de sonido en otra clase, en la otra clase lo escuchó otra persona a la que le pareció gracioso. Así, se adueño de la broma y la fue contagiando hasta convertirse en una pandemia que se realiza sobre todo en los cambios de clase.

Otro dato curioso que ocurre con este fenómeno es que cuando emiten los sonidos, los "gruñidores" se esconden entre la multitud, para hacer parecer al profesor más tonto si se asoma. De lo que no se dan cuenta es de que los únicos que parecen más tontos son ellos.

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